Pero yo buscaría a Dios, y delante de Dios presentaría mi causa;
El hace cosas grandes e inescrutables, maravillas sin número.
El da la lluvia sobre la faz de la tierra, y envía las aguas sobre los campos.
Para poner en alto a los humildes, y a los que lloran levantarlos a lugar seguro,
El frustra las tramas de los astutos, para que sus manos no tengan éxito.
El prende a los sabios en su propia astucia, y el consejo de los sagaces pronto se frustra.
De día tropiezan con las tinieblas, y a mediodía andan a tientas como de noche.
Pero El salva al pobre de la espada, de sus bocas y de la mano del poderoso.
El desamparado, pues, tiene esperanza, y la injusticia tiene que cerrar su boca.
He aquí, cuán bienaventurado es el hombre a quien Dios reprende; no desprecies, pues, la disciplina del Todopoderoso.
Porque El inflige dolor, y da alivio; El hiere, y sus manos también sanan.
(Job 5: 8-18)
1 comentario:
No creo que sea la de Chira, ¿no?
el texto sin palabras...
saludos
Se de algunos que tenia un buzo, para que le trabara las truchas solo a el.
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